
2. Recuerdo que cuando llegaba a casa después del colegio, ya estaba La Campos haciendo un magazín todoterreno que luego trasladarían a la mañana. Se trataba de Pasa la vida. Ella asustada, no paraba de repetir al público mañanero, con su desparpajo habitual, que hicieran un pelín antes los recados para no perderse el programa. Estaba aterrada con el cambio de horario pero ganó la batalla. Y ahí se quedó. Fidelizó la audiencia y luego se la llevó en bloque a Telecinco.
3. Pero el éxito de María Teresa Campos no ha sido fruto de la casualidad, ha sido fruto del trabajo. Mucho trabajo. Directora de informativos en Radio Cadena, dedicó su vida al entretenimiento y a la información radiofónica hasta que a los cuarenta Jesús Hermida le hizo hueco en el primer espacio matinal de TVE. Y funcionó. Vamos, que si funcionó…
4. Ahí ya sacó su garra, su personalidad. Y es que La Campos además de profesional, de periodista y de comunicadora tiene un instinto infinito de show, que se echa mucho en falta.
5. Poca gente se lo reconoce, pero está claro que la controvertida María Teresa ha reinventado los magazines diarios, les ha dado más fuerza, los ha acercado a todos los públicos y, sobre todo, los ha llenado de personalidad. Todo esto no fue conseguido de la noche a la mañana, fue construído a lo largo de diecisiete años seguidos de programas diarios y en directo. Todo un record en nuestra televisión.
6. Hoy en día, muchos viven de su trabajo bien realizado, beben de la fidelización que logró en audiencias, de los corrillos que inventó, de su mesa de debate, de su capacidad de ver lo que interesa a la gente. Y, lo peor, muchos de ellos nunca reconocerán su labor.
7. María Teresa Campos sabe hacer televisión, no radio en colores. Tiene sentido del espectáculo. Casi siempre sabe reírse de las cosas cuando hay que reírse, ponerse seria cuando hay que ponerse serio y no ser siempre un transcendental intenso de la vida, como si en vez de entretenimiento estuvieras haciendo un documental de BBC Exclusive.
8. Fuera hipocresías. María Teresa Campos ni buscaba caer bien al universo, ni era un mueble del plató (como soltó ella misma a Ana Rosa Quintana. Glups). Está ahí, se moja y sabe dar juego. Aish... cuánto se echan de menos sus mensajes cifrados (y no tan cifrados) que mandaba mirando fijamente a cámara… ¡Enganchaban!
9. Desde septiembre, La Campos dirige La mirada crítica aunque ha tenido que hacer algún parón, debido a que está pasando por unos delicados momentos de salud, pero estamos seguros que pronto regresará con más que fuerza y volverá a demostrar que sabe hacer televisión en estado puro. Y, nosotros, seguiremos aprendiendo.